9 curiosidades de la música

Si pasas las próximas horas tarareando sin sentido “work, work, work, work, work, work” y se te viene a la mente este artículo, comprobarás por ti mismo que no todo en la música es positivo para nuestro cerebro, sin embargo, no podemos vivir sin música.

La música a la que tanto le debemos y sin la que no podemos vivir, genera efectos tanto positivos como negativos en nuestro cerebro según diversos estudios científicos, estos efectos suelen depender del género musical pero a veces también involucran otros factores. Si, la música también tiene efectos negativos en tu cerebro, si no lo crees, reproduce este vídeo mientras lees el siguiente artículo y dime si te costo trabajo concentrarte:

 

Aprendizaje de idiomas

Si tu escuchas música en inglés es probable que te ayude con el aprendizaje del idioma, pues al tratar de cantarla te estás familiarizando con la lengua. Incluso si el idioma ya se aprendió pero no se practica, escuchar música ayuda a recordar y a mantener el recuerdo fresco. Un estudio que hizo The Psychonomic Socity a 60 participantes adultos que no conocían el idioma húngaro, uno de cada tres tenían que escuchar y repetir la canción, después de 15 minutos los participantes se sometieron a un examen del idioma y el rendimiento fue bueno. Los investigadores creen que la melodía puede proporcionar una señal adicional que ayuda a integrar la memoria.

La música ayuda al cerebro lesionado.

Las personas que han sufrido algún daño cerebral severo, se les pone música que escuchaban antes del accidente para ayudar a recordar cosas que tal vez se les olvidaron tras el daño. Con la experimentación, los psicólogos pudieron llegar a este fin, pues pusieron a algunos participantes que habían sufrido lesiones severas a escuchar música que habían escuchado en su vida “anterior” para ver qué recuerdos tenían.

Activación cerebral

La música y la memoria tienen un pacto tan poderoso que te ayuda activar grandes áreas del cerebro. En un estudio reciente se encontraron en imágenes cerebrales que la música activa la zona auditiva y las regiones límbicas. El estudio reveló que las activaciones en el cerebro pertenecen a áreas auditivas y, regiones límbicas que se activan en todas las piezas musicales de The Beatles o Vivaldi. Notablemente, las zonas de la región media orbitofrontal y la corteza cingulada anterior, son relevantes para la evaluación autoreferencial y los juicios estéticos; éstas se activan durante la escucha.

Te ayuda a recordar algunas generaciones familiares

Este estudio es más o menos como el de las personas que tienen algún problema cerebral, pero para este caso, no se debe tener este severo accidente, basta con tan solo escuchar alguna canción que escuchaba tu abuelo o padre para que suceda este fenómeno. Los psicólogos lo llamaron como “bache  reminiscencia”, Carol Lynne explicó que, como la música se transmite de generación en generación te lleva a tu infancia y a esos recuerdos autobiográficos.

Alucinación musical

No todo es bueno en estos experimentos, pues el poder de la relación entre la música  y la memoria puede ser catastrófico. Un estudio de Neurología reportó el caso de una mujer que una noche empezó a escuchar música en su cabeza, el problema continuó durante meses. Cuando despertaba tarareaba la canción pero no sabía de dónde provenía. La pieza estaba tan arraigada en su memoria que no era consciente que la conocía. La mujer fue tratada con medicamento y sus síntomas cambiaron poco a poco.

Tus canciones favoritas te hacen conducir peor

Según un estudio elaborado en 2013, escuchar tu música favorita mientras manejas genera un estado de excitación cerebral que te hace tomar más riesgos y peores decisiones tras el volante. Se le pidió a distintas personas que condujeran durante un trayecto corto, primero con música clásica y posteriormente con sus canciones favoritas. Los resultados mostraron que las personas multiplicaron casi al doble los errores al conducir por la misma ruta con su música favorita que con música clásica.

La música aumenta la ingesta de alcohol

Un estudio demostró la correlación que existe entre el volumen en que se escucha la música y la velocidad con la que ingerimos alcohol: mientras la música es más baja, el tiempo medio en tomar un trago se reduce, sin embargo, cuando el volumen de la música es más fuerte, a tal grado de no poder entablar una conversación sin gritar, la velocidad en la que se consume una bebida aumenta dramáticamente; esto se relaciona directamente con el nivel de excitación y la imposibilidad de relacionarse en ese momento con otra persona, lo que nos hace enfocarnos únicamente en nuestra bebida.

La música altera tu percepción del tiempo

Concentrarse enteramente en los estímulos auditivos cuando se escucha música genera un déficit de atención sobre las demás cosas a nuestro alrededor, entre ellas la forma en la que percibimos el paso del tiempo. Al privilegiar al sentido del oído sobre los demás, es común que perdamos la noción del momento en el que realizamos alguna actividad, ignorando completamente cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que nos lo preguntamos.

Escuchar un sólo género inhibe tu creatividad

Cuando escuchamos solamente música de un género durante un largo periodo de tiempo, nuestro cerebro se acostumbra a percibir la misma estructura canción tras canción, lo que genera dificultad para generar nuevas conexiones neuronales. De forma contraria, cuando escuchamos distintos géneros alternando entre cada uno, el cerebro asocia las diferentes estructuras musicales y letras, y explota nuestra creatividad sonora.

Curiosidades de la música

Si pasas las próximas horas tarareando sin sentido “work, work, work, work, work, work” y se te viene a la mente este artículo, comprobarás por ti mismo que no todo en la música es positivo para nuestro cerebro, sin embargo, no podemos vivir sin música.

”Yo no hablo así!”